PROLOGO
Nota del Editor: Reproduzco esta carta abierta publicada en el periódico URABA HOY, en su edición 37 de julio de 2006, cuyo contenido se explica por si misma. Esta se produjo como una humilde defensa de nuestra labor periodística con un equipo de trabajo, integrado por familiares y amigos que por ese ejercicio bienintencionado de construcción de tejido social por medio de la comunicación y el periodismo todavía es perseguida en Urabá, entre otras personas, y con evidente odio, por la destinataria de la carta a través de su periódico y su lengua.
Nota del Editor: Reproduzco esta carta abierta publicada en el periódico URABA HOY, en su edición 37 de julio de 2006, cuyo contenido se explica por si misma. Esta se produjo como una humilde defensa de nuestra labor periodística con un equipo de trabajo, integrado por familiares y amigos que por ese ejercicio bienintencionado de construcción de tejido social por medio de la comunicación y el periodismo todavía es perseguida en Urabá, entre otras personas, y con evidente odio, por la destinataria de la carta a través de su periódico y su lengua.
Un abrazo solidario al periodista Jairo Banquett, a quien aun lo persigue con saña inusitada. También para mis hermanos, Beatriz y Juan, y para todos las amigas y amigos que nos acompañaron en ese sueño que fueron los 5 años de periodismo con URABA HOY.
SEÑORA
HORTENSIA CASTRO HERNANDEZ
EL HERALDO DE URABÁ
APARTADÓ
Cordial saludo:
Hemos dicho, y no cesaremos de
repetirlo, que los medios de comunicación de Urabá, y entre ellos el periódico
“URABÁ HOY”, tienen que jugar un papel fundamental en la construcción del
tejido social en la región. Nuestro esfuerzo apunta a ello y nuestra línea
editorial se orienta a coadyuvar, con todos los otros medios noticiosos que
actúan en la zona, para lograr que la comunicación cumpla su papel
trascendental: sea el factor que genere coherencia en los procesos sociales
positivos y finalmente incida en el logro de la tan anhelada paz. Nuestro actuar
debe ser coherente con nuestra razón de ser y por tanto, ante los ataques que
hemos recibido de usted, a través de su periódico, que desde toda óptica
consideramos indebidos y falsos, no hemos querido por el momento recurrir a las
autoridades a demandar protección ante la violación de nuestros derechos
fundamentales, pues consideramos que
sería echar más llamas al fuego y la verdad es que creemos que Urabá no necesita más conflictos, máxime ahora,
cuando el interés de todos los habitantes de esta región debe ser el logro de
la reconciliación.
El actuar de todos los integrantes de “URABÁ HOY”, tanto en lo personal como en lo empresarial,
ha sido y será transparente. Lo único que hemos pretendido es trabajar humilde
y honestamente, cada uno aportando sus capacidades, por el bien de la región y
del país, por lo que creemos que no debemos por ahora recurrir a la vía legal,
para obtener una rectificación, que de todas maneras no repararía de ninguna
forma el daño que malintencionadamente usted ha causado. Nuestro interés es
poder mostrarle a la comunidad urabaense, con nuestra actitud transparente y
sin velos de ninguna clase, que en esta pequeña organización periodística lo
único que estamos haciendo, además de cumplir la muy importante misión de
participar en la construcción de tejido social y aportar para el logro de la
paz, es trabajar honestamente y competir sanamente dentro de un mercado en el
cual creemos que cabemos todos los medios de comunicación.
Como el tema de nuestra familia a usted es claro que le inquieta, y
nosotros no tenemos ningún motivo para ocultarlo, le queremos contar que somos tres hermanos y
una hermana, fruto de un hogar católico y unidos a Dios gracias, como buena
familia colombiana; cada uno con sus intereses y modo de ser distintos, pero
también que nos amamos, respetamos y colaboramos los unos a los otros, pues en
el hogar nos inculcaron, además del amor fraternal y valores humanos
grandemente arraigados, el principio de la solidaridad.
Todos somos ciudadanos
de bien, y si en algún momento uno de nosotros, lamentablemente ya fallecido,
siguiendo sus convicciones personales decidió apartarse de la legalidad y trató
de encontrar por medio de la autodefensa antisubversiva un camino a la paz, le
respetamos su decisión que no compartimos, pero también debe saber usted, que por esa misma razón nos asignamos los
otros hermanos la misión, de cada uno, desde sus competencias y capacidades,
aportar un granito de arena al logro de la paz en Colombia por la vía de la
civilidad, y eso es lo que estamos haciendo.
No somos ni hicimos parte de las
Auc, organización que usted insiste en revivir a pesar de que se acabó hace
varios meses. No somos ricos, ni tenemos
haciendas ganaderas como usted manifiesta. No nos estamos enriqueciendo con el
periódico, que aún está en su fase de posicionamiento, aunque a Dios damos gracias
porque hemos logrado un excelente producto y “URABÁ HOY” ha ganado prestigio en
la región como medio de comunicación, haciendo periodismo con altura, dignidad y respeto, sin tener que recurrir al
amarillismo, al chisme, a la calumnia ni a la difamación.
Los otros socios del periódico,
sus empleados y colaboradores son también personas de bien, honestas,
trabajadoras y merecedoras de respeto, y comparten plenamente la misión que
queremos cumplir todos los miembros de “URABÁ HOY” y que seguiremos cumpliendo.
Le solicito que voluntariamente,
en virtud del respeto a los derechos fundamentales de las personas, y particularmente a los derechos a la intimidad, al buen nombre y a la honra que
debemos responsablemente preservar los ciudadanos, y con mayor razón los periodistas, rectifique las informaciones difamantes, maliciosas
e injuriosas, que ha venido presentando en
su periódico, en contra de mi persona, mi familia y de los socios de
Insertar Comunicaciones Ltda., editora del periódico “URABÁ HOY”.
Dicha rectificación voluntaria debe hacerse
en los términos que ha establecido la H.
Corte Constitucional como garantía de los derechos constitucionales
fundamentales a la honra, al buen nombre y a la intimidad. Desde luego, haría
usted muy mal en escudarse para no rectificar en la libertad de expresión y de
prensa, pues usted mejor que nadie sabe
que la prensa es libre pero responsable, y que el derecho a la rectificación
también es un derecho fundamental, que deben cumplir las personas que ejercen
el periodismo, cuando dan lugar a ello,
pues tienen una mayor responsabilidad social por el poder de información
que manejan.
Atentamente
ANTONIO JOSÉ GARCÍA FERNÁNDEZ
GERENTE INSERTAR COMUNICACIONES
LTDA.
EDITOR PERIÓDICO URABÁ HOY
Ed 37 julio 2006 primera quincena
EPILOGO
Como era de esperarse, la destinataria no rectificó. El periódico "URABA HOY" continuó durante algunos años. Sufrió amenazas constantes, el secuestro de un periodista que vivió el horror de varios meses en manos de las Farc y cuya familia tuvo que pagar un oneroso rescate y asilarse en el exterior; atentados a los socios, atentado a su directora, atentados contra colaboradores, persecución policial, hurto de sus archivos y documentación.
Despues de un fracasado "raid" de fuerzas combinadas del Glorioso Ejercito Nacional y los entonces recién nacidos "urabeños" para asesinar a nuestro hermano y socio Juan Rodrigo y la retaliación sufrida por uno de nuestros colaboradores en el Urabá Chocoano que por poco le cuesta la vida, finalmente los socios determinamos que lo mejor aunque desafortunado era cerrar el periódico y alejarnos de Urabá, desplazarnos, antes de que ese sueño le costara la vida a alguien de nuestra familia o de nuestros colaboradores.
Como era de esperarse, la destinataria no rectificó. El periódico "URABA HOY" continuó durante algunos años. Sufrió amenazas constantes, el secuestro de un periodista que vivió el horror de varios meses en manos de las Farc y cuya familia tuvo que pagar un oneroso rescate y asilarse en el exterior; atentados a los socios, atentado a su directora, atentados contra colaboradores, persecución policial, hurto de sus archivos y documentación.
Despues de un fracasado "raid" de fuerzas combinadas del Glorioso Ejercito Nacional y los entonces recién nacidos "urabeños" para asesinar a nuestro hermano y socio Juan Rodrigo y la retaliación sufrida por uno de nuestros colaboradores en el Urabá Chocoano que por poco le cuesta la vida, finalmente los socios determinamos que lo mejor aunque desafortunado era cerrar el periódico y alejarnos de Urabá, desplazarnos, antes de que ese sueño le costara la vida a alguien de nuestra familia o de nuestros colaboradores.
Todos los hechos fueron denunciados ante las autoridades y ong´s pero con excepción del secuestro, no se obtuvo ni siquiera un pronunciamiento de la Fundación para la Libertad de prensa, ni de las entidades a las que recurrimos.
No nos consideramos víctimas. Somos sobrevivientes y ya perdonamos.
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