martes, 19 de febrero de 2013

ABRIENDO CAMINOS (AJGF)


 Nota del editor: esta columna fue propuesta inicialmente para ser publicada en el portal arcoiris, pero por alguna razón, que no nos fue informada, el editor de dicha publicación electrónica no la acogió. 

  ABRIENDO CAMINOS 

¿Cuándo se rompe el nexo entre la memoria dolorosa del recuerdo traumático, y el odio que motiva a la venganza? Solo se vislumbra una posible respuesta: ¡!!Jamás¡¡¡. Pero ese jamás es relativo. ¿Como perdonar lo imperdonable? Surge la misma respuesta: ¡!!Jamás¡¡. Pero ese jamás no es absoluto. 

Si en Colombia no avanzamos hacia una cultura de la reconciliación, que nos permita hacernos concientes de lo débiles que nos hace el odio, que fractura la voluntad, no deja llegar a la paz e incita a la venganza violenta, no vamos a solucionar el conflicto armado colombiano, ¡!! Jamás¡¡¡ 

Tantos años de violencia acumulada en el recuerdo de generaciones de colombianos, crean una barrera casi impenetrable a la posibilidad de perdón y de reconciliación. 

Como pedirle a Gloria Cuartas que perdone, que se reconcilie, que deje a un lado tantos años de cientos, de miles de víctimas, de horrores acumulados, luego de que ella vio con sus propios ojos y sufrió en carne propia tanta violencia y tanto dolor? Es difícil. Es claro que nunca lo olvidará. Es imposible olvidar. Y ver su entrevista divulgada por el portal Arcoiris, no puede sino generar una reflexión sobre el perdón. Sin embargo es evidente que su lucha es por develar la verdad. 

La verdad es la base, el punto de partida de la reconciliación y la lucha de esta dama no es por castigar a los culpables sino por que se conozca la verdad. Y no es otra verdad mas del conflicto colombiano, de tantas que se quedarán entre la neblina y jamás se conocerán. 

Es una súplica dolorosa por que se conozca la verdad de Urabá, de donde surgió la Némesis de violencia contemporánea en Colombia y se exportó a todos y cada uno de los confines del país. 

Es extraño, pero es en Urabá donde se ha conocido de mejor manera en el país, como funcionó el fenómeno paramilitar. Los comandantes desmovilizados que incidieron sobre esa región, han expuesto en buena medida al proyecto paramilitar, han dado a conocer la parte de la verdad que ellos conocen. No es en vano que sea la única región donde se ha develado la realidad del proyecto político y económico del paramilitarismo para controlar el poder. 

Si no se ha avanzado mas es por que quienes fueron los verdaderos articuladores del proyecto paramilitar con las elites económicas y políticas, los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño, han sido asesinados. 

Estos y otros asesinatos han sido cómodos para el poder y funcionales completamente para la impunidad que se pretende al ocultar la verdad. 

Pero toca la señora Cuartas otro aspecto que es dramático, y es el silencio y la omisión cómplice de los millones de colombianos que cerrábamos los ojos a lo que ocurría en esa época en Urabá y en el resto del país, que no queríamos o no nos interesaba ver y otros que justificaban la conveniencia, con discursos políticos y económicos, aun desde el gobierno los medios de comunicación. Claro que no faltaron quienes siendo víctimas compartían en silencio pero apoyaban moralmente a los violentos, por sed de venganza o conveniencia. 

Sepulcros blanqueados llamaba Jesús a esos entes limpios por fuera pero llenos de odio, resentimiento y que simplemente veían pasar las cosas, con placer morboso o sea que se parecían en mayor o menor medida a lo que fuimos la gran mayoría de los colombianos en esa época aciaga. (que todavía continúa). 

Como darle sosiego a esa alma atormentada por el dolor del horror vivido? Es imposible, imborrable, jamás olvidará, jamás podrá borrar de su mente ese drama absurdo que le tocó vivir. Creo que nunca perdonará, pero estoy seguro que está haciendo su mejor esfuerzo para que la sociedad se reconcilie. 

Gloria Cuartas clama por la verdad, como punto de partida para la reconciliación. Es vehemente pero no habla con odio. Habla con dolor. No habla de venganza, no habla de penas, no habla de cárcel, no habla de sanciones legales. Solo pide que se conozca la verdad. 




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MI ÚNICO ENCUENTRO CON CARLOS CASTAÑO

Nota: esta breve crónica de mi encuentro con Carlos Castaño la escribí pensando en comenzar mi idea de se escritor y cronista del conflicto....